jueves, 21 de mayo de 2009

Adaptación de nuestro jugar a la competición

Un equipo que quiere ser grande y competitivo debe conocer su juego y debe entrenar su juego. Esto es trabajar unos sistemas (4-3-3, 4-4-2...), los principios generales de los mismos (la basculación, la zona del pressing, el ataque directo, etc), los sub principios, los sub principios de los sub principios y posibles variantes. No importan los rivales, importas "tú", es lo que hablamos cuando decimos que en pretemporada queremos trabajar "a toda prisa" (eso implica ejercicios siempre en contexto real, con contenido táctico, específico y global y no ejercicios que separen lo táctico de lo técnico y lo técnico de lo físico) nuestro "YO". Un yo independiente y lo más perfecto posible. Se trata de crear nuestro equipo, nuestro estilo, nuestra forma de jugar. Una idea perfecta seguida de un entrenamiento para hacer realidad la idea. Paso a paso, periodizando, con ejercicios de calidad, vamos, lo ya comentado en anteriores artículos.

Pero si vamos un paso más adelante y aceptando que el fútbol lo marcan los pequeños detalles (y para que eso ocurra, hay que dominar, los grandes detalles, el "yo" particular de cada equipo), ¿cómo y cuando hay que entrenar la estrategia táctica? Y llamamos estrategia táctica a las variantes dependientes del rival. Las cosas tácticas que se hacen "dependientes" del adversario y que no son principios independientes de nuestro juego... ¿o sí? Porque, ¿cuánto puede procesar un jugador de fútbol sobre conocimientos tácticos prácticos?
Me explico y la primera cosa fundamental para dominar la estrategia táctica es que según el rival, yo ofrezco unas variantes, ¡pero, no me importa que rival! Me importa, como juega el rival. Si yo juego con un 4-3-3 mi equipo no se puede mover igual si se enfrenta a un 4-5-1 que a un 3-4-3. Sabiendo eso, y sabiendo eso desde la pretemporada, porque yo ya sé que durante la Liga no me enfrentaré a dos rivales iguales, desde pretemporada tenemos que saber trabajar nuestros principios generales en ciertas condiciones. Así, si trabajamos la salida de balón en fase ofensiva desde la defensa, hemos de trabajar esa salida con oposición real de 4-4-2 y también de 3-4-3 y entonces, si nos enfrentamos a un rival que presenta el primer sistema, ya sabemos la manera de sacar el balón. A partir de ahí, tenemos mucho ganado. Porque sabemos como jugar y en que circunstancias jugar de una manera u otra. Luego ya está el ciclo semanal para especificar según el rival al que nos vayamos a enfrentar. Si jugamos contra un equipo como el Barça que juega con Márquez y Puyol, es evidente que tenemos que orientar la salida del balón por parte del rival a los pies de Puyol, eso no significa cambiar nuestra forma de defender, significa adaptarla según al rival para poder ser más competitivo.

De hecho, cuando tengo una plantilla de calidad, con jugadores de confianza, alineaciones más menos fijas, la calidad del entrenador en la estrategia táctica no es hacer un planteamiento "ganador" de pizarra, sino hacer un planteamiento que se adapte a tus mejores jugadores y según tu sistema/s y los principios generales de tu juego y que consiga neutralizar al rival y sacar ventaja del "plan". Si analizamos un partido que vamos a jugar contra el Barça, no buscamos partir de 0 en la pizarra e ir "rellenando", buscamos, sabiendo que nosotros jugamos con un 4-4-2 y tenemos jugadores rápidos arriba y gran calidad en las bandas, un planteamiento que anule al Barça a la vez que explote nuestro juego de bandas y de contragolpe. Puede que ese planteamiento en pizarra no sea tan perfecto como "empezar de cero" pero seguro, es más efectivo porque el fútbol es de los jugadores (y si es de tus jugadores, mejor) y porque así conseguimos que en cada planteamiento de estrategia táctica no estamos renunciando a nuestro sistema, nuestro estilo y nuestros principios del juego. Y eso no quiere decir perder en especificidad.

Vamos a poner un último ejemplo. Si jugamos contra un rival de gran calidad en las bandas y escasa en el centro del campo y nosotros tenemos un gran robador en la medular y jugamos con 4-3-3, normalmente con un mediapunta y dos puntas (rombo cerrado). Ese día uno de los objetivos es que no salgan por los laterales y del lateral a banda, ya que ese es el patrón del rival en el inicio de la jugada, entonces, la variante sin cambiar el sistema es que los habituales dos puntas que hacen 2x2 con los centrales, cierren a los laterales, dándole libertad total a los centrales y que los mediocentros + mediapunta hagan una presión pasiva al mediocentro que va a recibir para empezar a presionar cuando ya tenga la posesión (si ese mediocentro tiene la posesión, significa que has cortado el inicio de juego habitual del equipo rival). Si robas, tienes a tus dos delanteros (que pueden volver a la zona natural) más el poseedor del balón.

En este caso, estamos hablando de una variante específica según un rival concreto, pero lo importante en la estrategía táctica es el entrenamiento previo, el trabajo de tus principios generales contra todo tipo de oposiciones, que los jugadores sepan defender un 4-3-3 y un 4-4-2, que sepan hacerlo con 10 jugadores (inferioridad por expulsión o lesión después de hacer los tres cambios), que sepan iniciar jugada contra un 3-4-3 y un 4-2-3-1... Trabajar el YO en función de la competición para ser más competitivo.

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