domingo, 17 de mayo de 2009

Globalizar el juego (sin saltarse ningún paso)

Construir un equipo de fútbol que sea realmente un equipo (y entendemos equipo por aquel que ante una toma de decisión, todos los jugadores tomasen la misma decisión, Mourinho dixit) es muy complejo y se necesita de tiempo. El tiempo son los entrenamientos de calidad y los partidos y sabemos que el objetivo es un equipo con un modelo de juego transparente, invariable, un equipo que juegue según entrene y que entrene para mejorar el juego. Trabajo táctico y global, trabajo de transición, de defensa y ataque como una sola cosa, pero, ¿Cómo empezar a trabajar?

Para globalizar el juego sin saltarse ningún paso tendriamos que fraccionar el juego en cuatro fases entendiendo la defensa en un contexto táctico como la forma de actuar del equipo cuando es el rival el que tiene el balón (aunque el objetivo de nuestra actuación defensiva es robar el balón en una zona en la que podamos empezar el ataque, por lo tanto, atacamos para defender), el ataque, entendido como la forma de jugar del equipo con el balón y por último, las transiciones, cómo pasar de atacar (tener el balón) a defender (no tener el balón) y de defender a atacar.

Para saber sobre algo, tenemos que conocerlo y cuantas más cosas conozcamos, más cosas distintas podremos saber en el futuro. La sabiduría conlleva sabiduría, por lo tanto, claro que hay que trabajar de forma global, sabiendo que la defensa y el ataque no se pueden ver de formas distintas, una idea no existe sin la otra, pero primero, conozcamos su idea, empezando por lo primero y acabando por lo último, entendamos que el objetivo del trabajo sin balón es robarlo y hacerlo de la forma que tú quieres, para atacar de la forma que te conviene. Entonces, aprendamos a moverse de manera colectiva sin balón. Una y otra vez, repetición sistemática. Cuando sabemos como movernos sin balón, cuando entendamos el objetivo de defender sin balón, pasaremos a entender lo que significa atacar con balón. Cuando tengamos esos conocimientos, entonces entenderemos que una cosa no existe sin la otra y que lo que pasa inmediatamente después de tener el balón, es perder el balón. Y que cuando no tienes el balón (salvo que encajes gol), lo siguiente será tener el balón. Y en la transición, en la calidad de las transiciones, estará la clave del equipo.

Estamos hablando de periodizar los conocimientos tácticos del equipo y por tanto periodizar el entrenamiento. Primero, aprende a jugar sin balón, aprende que tener el balón es difícil, aprende a darle importancia al balón. Luego, aprende a no regalar el balón, a saber que hacer con él, como hacer daño. Y más tarde aprende a relacionar A con B sabiendo que A y B es lo mismo pero teniendo claro que un gran equipo es aquel que hace sentirse inferior al rival, que lo deja sin argumentos, que desactiva su juego, que tiene la iniciativa con y sin balón, en la presión y en la posesión.

El trabajo debe ser global, pero debe ser específico. Primero, conocer el juego y sus distintas fases. Luego entrenar el juego, y luego perfeccionar ese entrenamiento del juego.

La pretemporada, en distintos artículos, la hemos visto como el momento para entrenar el "YO" del equipo. Eso implica entrenar el modelo de juego y sus variantes, los principios generales del juego, siempre independientemente del rival. La pretemporada es el momento para comenzar, desde cero, a conocer el juego. Y cada vez un poco más.

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