viernes, 26 de diciembre de 2008

Reflexiones sobre la elección del estilo de juego

[Este artículo no se corresponde con los tres primeros ni habla sobre la metodología funcional de manera directa]

Toda la metodología funcional se basa en buscar una perfección no solo táctica, sino global sobre el terreno de juego y para ello es importante que haya una concordancia entre plantilla y sistemas. Saber tus carencias es un paso más hacia el éxito y que los sistemas se tienen que adaptar a los jugadores no es un tópico sin fundamento. Yo iría más allá y diría que el estilo se tiene que adaptar a tus jugadores y el estilo y el sistema son la base de nuestra metodología. Escoger erroneamente puede ser el fracaso total antes de empezar.

El objetivo principal de todo entrenador es que su equipo rinda por encima de sus posibilidades y el camino no es ni poner el autobús ni atacar al estilo Sacchi.

Lo primero, hay que saber que cuando se encara un proyecto, es indispensable tener las ideas claras. Dar tumbos es señal de debilidad y un mensaje a los jugadores de que no tienes porque llevar la razón en la toma de decisiones. Si fallaste una vez, ¿por qué esta vez no?
Los entrenadores que van mal a mitad de temporada y contratan un preparador físico o que un día cualquiera cambian toda su metodología son entrenadores que no saben lo que quieren y si tú no sabes lo que quieres no puedes pedir que nadie lo haga por ti y menos los jugadores.
Esto no quiere decir que tus ideas no sufran una evolución. Siempre hay que crecer y aprender. La verdadera humildad es la humildad interior, es la que te hace escuchar todo con interés, seleccionar y tomar decisiones.

Todo entrenador antes de aceptar un proyecto tiene que saber al cien por cien la metodología a emplear, su rutina de trabajo, su sistema de entrenamientos y su cuerpo técnico. A partir de ahí, un objetivo, buscar el máximo rendimiento del equipo. Formulas hay miles. En la metodología funcional, la selección de un estilo acorde a tus jugadores es la esencia. Fallar en eso produce el caos porque tus jugadores nunca conseguiran lo que tu propones.

Las plantillas no siempre son homogeneas y "nunca se puede hacer feliz a todo el mundo". El entrenador tiene que tomar decisiones, pueden ser mejores o peores, pero todo será mejor que no tomar decisiones. A veces buscar el rendimiento colectivo puede perjudicar a alguien de gran rendimiento individual.

La elección del portero es mucho más importante de lo que parece. Decir que hay porteros buenos o porteros malos es la mayor simplificación nunca vista. Hay porteros seguros, inseguros, con dominio del juego, porteros con función de líbero, etc. Si quieres un equipo que juegue con un 4-3-3 presionante en primera línea y defensa adelantada, nunca escojas un portero alemán por muy bueno que sea. Las ocasiones que vas a recibir vendrán de contragolpes, manos a manos en su mayoria. Mejor un portero que evite las jugadas antes que se produzcan haciendo de escoba, que un portero que para muchas pero que no evita que le creen ocasiones.
También el tipo de liga, importa. Si entrenas en la Premier, el mayor porcentaje de balones al área vienen de centros cruzados, necesitas un portero alto, con un buen dominio del juego areo. Casillas triunfaría más en la Liga que Cech, y mucho menos que el Checo en la Premier.

Lo mismo pasa en la elección de defensas. Si tienes extremos con capacidad de sacrificio, que presionan la primera línea y tapan correctamente la línea de pase entre el lateral y el interior rival, necesitas un lateral que domine la anticipación y que tenga velocidad. No es ser más o menos ofensivo, es dominar el 1x1en una zona lejana a tu porteria. Si el lateral rival consigue darle el balón al interior sin que el extremo de tu equipo consiga interceptarlo, la línea de cuatro defensas bascula y el lateral intenta el robo de balón. Con extremos de calidad o equipos de combinaciones rápidas, esto es arriesgado. Por eso es importante el entrenamiento para automatizar movimientos, un ejemplo:
4-3-3 presionante, tu extremo no intercepta el pase lateral-interior, entonces tu lateral sale al corte y para que no haya gran distancia entre central-lateral o para que los centrales no salgan de su zona central dominando el área, el pivote defensivo hace de lateral derecho posicional, dando libertad al lateral para "perseguir" hasta robar. En ese momento el equipo practica un 4-4-2 quedando el extremo de esa banda y el punta por delante de la línea de balón, el lateral de interior, los dos mediocentros y el extremo de la otra banda formando una línea de cuatro centrocampistas, tu pivote de lateral, los centrales no pierden la zona en ningún momento, y tampoco el lateral de la otra banda. Y si robas el balón, dos y hasta tres jugadores por delante de balón y los volantes en posición de llegada.

En fase defensiva, no hay que ver laterales ofensivos o defensivos, sino laterales zonales o laterales marcadores. Si los laterales son zonales, se les exige buena basculación, buen despeje areo y buen uno contra uno pero no para robar sino para evitar el ataque y siempre ayudado en coberturas. Un ejemplo de un posible lateral marcador es Clichy y un lateral zona es Heinze.
En fase ofensiva, es otra cosa. El lateral ofensivo es un recurso genial porque ataca libre de marca. Hay dos factores importantes a la hora de escoger un lateral ofensivo para mi. La primera, su aportación real al resultado, sin dejarse llevar por las sensaciones. Muchos atacan mucho y son un coladero y ni aportan goles ni aportan asistencia a pesar de tener calidad y regate. Y la segunda, si tienes un delantero centro rematador.
Hay conexiones importantes tipo Roberto Carlos-Morientes, Alves-Kanoute o A. Cole-Drogba. Equipos que juegan por dentro, lateral libre de marca recibe sin oposición en todas sus subidas, con un poco de calidad en el centro y un rematador en condiciones, tienes goles asegurados.
Si tienes delanteros bajitos y tu sistema de ataque se basa en balones rasos al espacio, mejor un lateral con calidad defensiva y que cubra su zona sin problemas.

La elección de los centrales también tiene dos factores importantes. Uno, individual, que es donde quieras marcar tu línea defensiva y una segunda, que es de complementariedad. Dos grandes defensas pueden no funcionar juntos y ser un caos defensivo.
Lo primero es sencillo, si quieres presión arriba con un equipo con capacidad de robo y de dominar el juego, sabes que los ataques del rival serán balones a la espalda y busqueda del mano a mano. Para ello, necesitas defensas rápidos, con aceleración, velocidad y calidad en el corte.
Si buscas el contragolpe, repliegue en tu campo, defendiendo la zona central y orientando el ataque rival a las bandas, defensas altos, protegidos y con gran capacidad aerea.
En este caso hablamos de seleccionar jugadores con base en tu estilo, pero realmente quiero dejar constancia de lo contrario. Si tengo defensas muy buenos por alto, de gran envergadura y lentos tengo que renunciar al juego de presión arriba y defensa a 50 m. del portero porque me estoy suicidando por mucha calidad de entrenamientos que haya.

Complementar en este caso es que la diferencia de características entre un defensa y otro llene de recursos el sistema defensivo. Si un jugador tiene una gran anticipación, necesitas alguien con calidad de coberturas porque en 90 min. por mucho dominio que tengas de la anticipación, un delantero top (ni siquiera tienen que ser equipos top) sabe orientar su cuerpo de tal forma cuando le llegue el balón, que te deja fuera de la jugada.

El centro del campo suele ser el termometro del equipo y es importante un estilo acorde a los jugadores. Si tienes a jugadores de gran calidad técnica, buen dominio del balón pero que no pasen el 1.75, no te interesa presionar arribar, dando constantes 1x1 sin balón en los que solo vas a conseguir que rebasen tu centro del campo. Mejor líneas juntas, repliegue en tu campo para que defienda el colectivo y no el jugador de manera individual. Menos desgaste sin balón, más claridad con él. Robas más lejos de su porteria, pero con delanteros rápidos eso puede ser incluso un arma y dada la calidad del equipo, avanzas metros con la posesión. Grandes equipos con grandes cualidades técnicas y que a todos nos gustan como el Villareal o la Selección Española de la Eurocopa, hacian repliegue tras perdida, basculaciones pacientes y luego salida rápida de balón.

Si tienes jugadores de gran fuerza física, despliegue y robo de balón buscar el repliegue es crearte un embudo que contra equipos que saben presionar de manera correcta saldrás perdiendo siempre. Robas cerca de tu porteria, los jugadores no tienen calidad para sacar la pelota lo que conlleva perdidas de balón en una zona peligrosa.
Si tienes jugadores con capacidad de robar el balón, buscas la presión arriba, anticipar cuando el adversario busca iniciar el juego con los mediocentros. Extremos que tapan línea de pase, tus mediocentros que dejan un metro de distancia al posible receptor y en cuanto sale el pase, anticipación o robo de balón por la espalda muy cerca de la porteria rival y con tres delanteros por delante de balón. Por eso, la figura de los Lampard, Gerrard o el propio Fabregas es impagable ahora mismo. Un jugador que cumple la función de gran presionador hasta robar, y que una vez roba, tiene calidad para finalizar. Son jugadores 2x1.

La forma de atacar también depende de los delanteros que tengas. Si tienes delanteros altos que saben temporizar y extremos rápidos. El clasico jugador diana, prolonga al mediocentro y este abre al extremo. Sencillo y muchos y muchos puntos.
Si tienes la combinación delantero alto-delantero rápido, un central de calidad gana enteros en el once porque la jugada pase largo, prolongación al delantero rápido para que defina es letal. 2x2 arriba, si ganas la espalda, no hay oposición.
Si tienes delanteros rápidos, mejor no invadirles su habitat. Mejor crear espacios vacios con desmarques de ruptura a la zona debil y un jugador de calidad por detrás para lanzar balones y que encaren.

Podriamos seguir, porque los recursos suelen ser ilimitados. Aquí no intento hablar de la confección de las plantillas sino de la adaptación del entrenador a la plantilla que ya tiene. Cuando confecciones las plantillas hay que seguir otros parámetros (numero de jugadores por encima del 1.83 para defender la estrategia o crear peligro en la ofensiva, nacionalidad de los jugadores, etc.).

Esta adaptación del entrenador a la plantilla en busca del estilo perfecto en la busqueda del máximo rendimiento es el primer paso en la metodología funcional. Lo primero, saber lo que quieres (y que sea acorde con lo que tienes). Y una vez lo sabes, trabajarlo en busca de la perfección global (no solo táctica) mediante recursos, ejercicios de calidad en los entrenamientos, etc.

1 comentario:

  1. Excelente, buena entrada. Si bien el contenido lo tenemos todos los que nos desenvolvemos en Fútbol, es de gran importancia indagar en estas matices.

    En este caso:
    ''ocupar inteligentemente lo que se tiene'' A lo que se tiene, me refiero a los jugadores
    ''sacar provecho a lo que se tiene'' Sacarles rendimiento a los jugadores, cualidad de un gran entrenador
    ''ser un explotador'' En cuanto a rendimiento, hay grandes jugadores que llegados a un nuevo club no rinden lo que hicieron antes y muchas veces pasa por el entrenador, uno como entrenador debe ser un explotador, debe saber hacerlos rendir.

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